Eres escritor ¡Que genial!
¿Te has encontrado en una reunión
social, en donde por lo general vienen las típicas presentaciones? nombre, de
donde provienes, y luego en mi caso la pregunta en donde acaba la interacción ¿A
qué te dedicas?, soy escritor, ¡Que genial!, fin de la conversación. Te quedas parado pensando ¿deberé hacer otro
comentario o espero la siguiente pregunta? La verdad es que prefiero continuar
hablando de la comida, el tiempo o el último programa de moda. Es difícil
llevar a una frase lo que significa escribir, todavía no he aprendido a
explicar el proceso interno que realizó cada vez que me siento frente al
computador y mis dedos teclean como si estuvieran poseídos o cuando mi mente
viaja a kilómetros de distancia en los momentos menos esperados.
El oficio del escritor es uno de
los trabajos más solitarios que deben existir, sería raro trabajar con alguien
y preguntar ¿Te parece adecuado la forma en que mi cabeza está entretejiendo
las historias?
También es de lo más extraño
cuando te preguntan ¿Cómo se te ocurrió ese escrito?, muchas veces la
conversación acaba en ese instante para ti. Es como si le preguntarás a alguien
como caminaste hasta acá. Uno no va por la vida pensando levantaré la pierna, luego
la extenderé unos centímetros, apoyaré la planta del pie en el suelo, me
impulsaré con mi cuerpo, hasta subir mi otra pierna. Solo dices quiero ir hasta
el otro extremo y caminas. Al escribir pasa
algo similar, quieres expresar en el papel lo que sientas, sueñas o anhelas y
solo lo haces. Una fuerza poderosa te convoca, guiándote a trazar en el papel
palabra a palabra. Como si un volcán naciera en tu interior, explotando a cada
oración y párrafo que se forma.
Ahora entiendo a los fanáticos
del fútbol cuando dicen “más que una pasión, es un sentimiento”. ¿Cómo
expresarías cuando sientes amor?, solo llega, te atrapa y gira tu mundo. En el
caso de ellos gritan, saltan, cantan. En mi caso hago lo mismo, pero en
silencio, a través de las letras.
Y si tienen la intención de
preguntar ¿Cómo estoy escribiendo en este momento?, no lo hagan. Ya que no los
escucharé, mi mente se encontrará en una dimensión paralela, alejándome a cada
segundo de la realidad y si tiene la osadía de hablarme o interrumpirme, la
conexión se perderá y solo tendrán de mi un ¿qué me decías?
Con el tiempo he aprendido que la
frase “Que genial”, está bien, porque lo es. Ya que describir, las horas de
trabajo, las horas de pensamientos, las horas de inspiración o las horas en
reserva, son geniales para ti, para nadie más.
Lamentablemente en las próximas
reuniones sociales que asistan no podrás conversar acerca de tu oficio, a no
ser que tengas la suerte de encontrar a alguien tan loco como tú que también
escriba, pero no te preocupes, no eres un bicho raro, ya que lo más probable es
que si no tienes hijos, no te acercarás a hablar sobre pañales con una madre o
sí no eres amiga de las inversiones en la bolsa, posiblemente respondas también
que genial y continuaras tu solitario, pero alucinante camino.
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