Tamara Kruger

SE ME E XTRAVIÓ LA CAPA DE HERO ÍNA AL SER MAMÁ Comienzo este relato abriendo mi corazón para contarles que además de promover fervientemente la lectura también soy madre, ¡sorpresa! Sí, además de publicar todo el día mensajes de libros, desarrollar un blog y haber escrito mi primera novela. Soy madre de dos niños maravillosos, mi hija de 6 años y mi hijo de 4. Y con esto quiero dejar claro el mensaje de “¿qué las chicas no podemos hacer qué?” la mujer del siglo XXI se presenta al mundo con su capa roja de mujer maravilla desplegando todos sus atributos en las diferentes áreas de la vida. Lo que nos diferencia de esta heroína es que de manera literal ella vuela y nosotros caminamos. Cosa que no hay que olvidar. Y aunque nuestra estructurada y organizada forma de plantearnos en nuestra rutina diaria, buscando la perfección de todos los elementos que nos rodean. Al convertirnos en madre nos transformamos en una caricatura más parecida a la Chimoltrufia del Chav

En el relato pasado comenté que debíamos leer para ser felices y no para ser interesantes. En las siguientes líneas lo mantengo, pero además me referiré a como debes elegir un libro.  A diario nos vemos predispuestos a optar o inclinarnos por diferentes intereses, desde el diario que leemos en la mañana o hasta la ropa que seleccionamos para enfrentar nuestro día. Estas elecciones vienen de la mano con nuestra edad, sexo, edad, situación económica o la etapa de la vida en la que nos encontramos.  Del mismo modo que salimos a la calle y nos vemos bombardeados por un sin fin de estímulos que nos piden que los escojamos (publicidad, transporte público, empresas de telefonías, restaurantes, etc.) cuando entramos a una librería nos impacta y desorienta un poco la gran cantidad de libros que están distribuidos muchas veces no de una forma muy prolija sobre estantes y mesones. Y aquí viene una nueva elección.  A veces nos dejamos llevar por una recomendación o en otras una